martes, 27 de noviembre de 2012

María José Ufarte: "Las mujeres fotoperiodistas de guerra son peor concebidas por el simple hecho de ser mujeres"

María José Ufarte Ruíz (Almería, 1983) es profesora interina en la Facultad de Comunicación de Sevilla. Su ámbito de estudio docente es el de los géneros periodísticos y las tecnologías aplicados a la comunicación social y recientemente ha publicado su tesis doctoral El periodista acosado: entre la precariedad y el mobbing. Un estudio de más de quinientas páginas que intenta dar una respuesta a la elevada desprotección que sufren los periodistas en su profesión, acotando el campo a la prensa en Almería y a los fotoperiodistas de guerra.

Gracias a este trabajo doctoral, dirigida por el también profesor Antonio López Hidalgo y que recibió la máxima nota, sobresaliente cum laude por unanimidad, María José Ufarte ahonda en la realidad laboral de los profesionales de la información y da cabida a numerosos autores especializados en este campo.


Ana Ortega. ¿Por qué elegiste la precariedad laboral en los medios de comunicación como tema tu tesis doctoral?

María José Ufarte. Lo elegí porque en el tercer curso de la licenciatura Antonio López publicó el libro El periodista en su soledad. A su vez, Aurora Labio daba la asignatura Riesgos en el periodismo, ya extinguida. A partir de ahí investigué esa línea porque yo veía que había puntos que estaban sin resolver y le propuse a Antonio López mi interés por estudiar ese ámbito y los dos profundizamos en ese tema, especialmente en la prensa porque creo que la precariedad se agudiza más en ese medio.

A.O. ¿Algún día lograremos una igualdad de la mujer con respecto al hombre en cuanto a la recepción de salario, a la valoración de sus cualidades profesionales o el respeto? Porque parece que la evolución de la sociedad no es tanta en cuanto al rol de la mujer en el mundo laboral.

M.J.U. Se camina hacia una inserción plena en materia de igualdad. Las mujeres son muchos más numerosas en las facultades de comunicación y hay mayor presencia de las mujeres en las redacciones que los hombres, pero hay diferencias salariales y en las secciones apreciables. Existe un momento en la carrera de la mujer que tiende a abandonar su profesión debido a las responsabilidades familiares. Es lo que se llama el techo de cristal, esto es, una barrera invisible que impide el acceso de la mujer a determinados cargos directivos.

El hecho de las mujeres corresponsales de guerra también es un factor que hay que tener en cuenta, porque no se las mira de la misma forma que a los hombres, las tratan peor en los países a los que va por el simple hecho de ser mujer.

A.O. Tal y como venimos comprobando en el periodismo actual la pretendida pluralidad informativa de la que tanto presumen los códigos éticos de la profesión se sustituye mayoritariamente por fuentes institucionales que transforman el periodismo en un espacio declarativo de intereses y realidades sesgadas. ¿Por qué el periodismo ha decidido no luchar contra esta corriente oficialista?

M.J.U. Hemos llegado a una mentalidad tan cómoda que sólo nos limitamos a poner el micrófono delante y copiar y pegar lo que nos cuentan. También hemos de ver la línea editorial de cada medio, pues no se puede luchar si un grupo mediático pertenece a una u otra ideología. Los periodistas cobran tan poco y son tan dilatados los horarios que no se esfuerzan por su trabajo, simplemente reproducen lo que les llega, suprimiendo la calidad por la cantidad. Asimismo, muchos periodistas son amenazados y presionados por investigar un determinado ámbito informativo, por lo que lo más fácil es transcribir lo que dicen las fuentes.

A.O. La cobertura de conflictos armados es uno de los aspectos de la profesión más delicados porque los reporteros exponen sus vidas en las líneas de fuego y, aun así, están constantemente desamparados por sus medios de comunicación. ¿A qué es debido?

M.J.U. Si la situación es complicada en un periódico, con un techo cubierto, pero es para aquellos profesionales que desempeñan su trabajo en conflictos armados. Lo que sucede es que muchos periodistas que cubren guerras carecen de contratos laborales con sus medios y, de esta forma, no hay garantías de ningún tipo a la hora de responder por ellos.

A.O. ¿Consideras que alguna vez ha existido ese Cuarto Poder como sinónimo de defensa de los ciudadanos, lucha contra los abusos de los poderes y búsqueda del rigor y la transparencia informativa?

M.J.U. Yo creo que sí ha existido y espero que algún día se vuelva a retomar porque en estos momentos el periodismo está cayendo en picado, aunque no se sabe en qué año exacto.

A.O. En uno de los epígrafes de tu tesis doctoral te haces la pregunta de si sirve para algo el título de periodista. ¿Cuál es tu respuesta tras haber confrontado distintos pareceres de autores como los que recoges en tu trabajo doctoral?

M.J.U. Bajo mi punto de vista es necesario pero en la práctica nadie lo pide para nada. Vale tu palabra. Es necesario porque existe mucho intrusismo en esta profesión. Estoy de acuerdo en que el bagaje profesional es necesario, pero el título también porque el aprendizaje académico es fundamental.

A.O. ¿Alguna vez superaremos esta crisis de identidad del periodismo y veremos una profunda transformación en la que el ciudadano deje de ser un ente pasivo y acrítico para tener personas concienciadas, reflexivas y que no busquen simplemente el infoentretenimiento?

M.J.U. El llamado Periodismo 3.0. está permitiendo nuevas fuentes de información a través de las wikis, los blogs, las plataformas sociales…, favoreciendo la pluralidad y la retroalimentación de los ciudadanos. Se trata de un periodismo más abierto y más interactivo en la que el público empieza a ser una parte activa del mensaje informativo, participando en la elaboración de esas cadenas informativas.

A.O. Afirmas que el periodismo es una profesión de corta edad ¿En qué sentido te refieres, a la jubilación anticipada por el estrés que también estudias en tu proyecto doctoral o por el alto índice de jóvenes presentes en las redacciones, aunque sea en unas pobres condiciones laborales?

M.J.U. Los periodistas recurren a otras formas de ganarse la vida más cómoda en algún momento por el estrés que sufren, los horarios maratonianos ante el ordenador o los salarios tan bajos. Es una profesión con un alto índice de insatisfacción laboral y los periodistas veteranos están tan asfixiados que optan por la vida en gabinetes o por proyectos empresariales propios. Por esto mantengo que es una profesión de corta edad.

 
Fuentes: María José Ufarte, tesis doctoral El periodista acosado, Actas IV Congreso Internacional   Latina de Comunicación Social (La situación laboral del periodista como factor condicionante de la calidad informativa, Diciembre 2012), XVIII Congreso de la SEP (Mapa de riesgos para el periodista digital emprendedor, junto con Ángeles Fernández Barrero).

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